Domingo 24 de Noviembre de 2024, 00:31 hs.
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El intendente de Rio Grande Gustavo Melella expresó el temor de que los 1.500 despidos que anunció la UOM esta semana como parte de la decisión de un grupo de empresas para sortear la recesión, se conviertan en “el golpe de gracia” del subrégimen industrial. Para el jefe comunal, teniendo en cuenta la politica de la gestión Macri, serian la excusa que necesita el gobierno nacional para “bajar la cortina”. Planteó una situación cada vez mas critica en la zona norte, que impacta en el municipio, con el aumento de mayor demanda de asistencia social.
El intendente Gustavo Melella realizó ayer una entrevista con el periodista Víctor Hugo Morales, por AM 750, donde se dio a conocer un informe que da cuenta del adelanto de la UOM de un plan de las empresas para despedir 1.500 trabajadores en Tierra del Fuego, 1.200 de los cuales serían de la ciudad de Río Grande y parte de la planta permanente o del personal de prestación discontinua. Si bien está vigente el acuerdo que garantiza el sostenimiento de los planteles de personal efectivo, el gremio metalúrgico dio a conocer esta situación que llevó a una reunión en Buenos Aires con la dirigencia nacional, funcionarios del área de producción y algunas empresas.
“Desde que asumió el gobierno nacional nosotros venimos siendo afectados todos los días con desocupación en Tierra del Fuego y sobre todo en Río Grande, que es la ciudad más industrial tanto en el sector electrónico como el textil. Por todas las medidas de ajuste, por la apertura de importaciones, la baja del consumo y la pérdida de empleo en el país nos vemos afectados. En Río Grande se han perdido más de siete mil puestos de trabajo directos de la industria electrónica, más lo que se pierde en el comercio, la gastronomía, la seguridad, el transporte, porque es todo una cadena”, expuso Melella.
“Cada vez se agudiza más en la ciudad la desocupación, que es noticia todos los días, la pérdida de empleo, las fábricas que cierran, o se pierden líneas de trabajo porque se deja de producir algún producto o baja parte de la producción. Ahora estamos viviendo un momento más complejo porque peligran 1.500 puestos de trabajo, como se ha dicho desde la UOM, y uno sabe que es así. Esto nos pone en una situación más complicada, porque nosotros tenemos un régimen especial de promoción que queda en una situación de debilidad, como para bajar la cortina definitivamente. Es el golpe de gracia que nos falta”, advirtió.
Hizo hincapié en la “angustia” que se vive en la ciudad y en el propio municipio, “porque ante cada vecino que pierde su empleo, en cada familia crece la desesperanza. El gobierno nacional no escucha, permanentemente le hemos dicho al gobierno nacional lo que ocurre, dejando de lado toda cuestión ideológica; y el gobierno provincial lamentablemente siempre ha sido co-responsable con el gobierno nacional. Últimamente ha tenido un cambio de discurso por una cuestión netamente electoral, pero hay una sordera muy grande”, aseguró.
“Sentimos que no importamos en la Patagonia, que no le importamos al gobierno nacional. No basta con que hagan una obra o una calle de pavimento, si destruyen la industria y se pierde el empleo”, remarcó Melella, y avizoró mayor presión para el municipio, que deberá asistir a los que sigan quedando fuera del sistema.
“Toda esta gente va al municipio. Nosotros teníamos 800 fa
milias en un programa alimentario que se financia con fondos propios, y hoy tenemos más de 3.600 familias. Además el municipio ha tenido que salir a pagar alquileres para evitar desalojos, porque los alquileres son altos y en dos o tres meses se acaba lo poco que un trabajador pudo haber ahorrado. La verdad la situación es muy crítica”, concluyó.
Fuente: p23