Si bien la situación epidemiológica de la provincia no es critica, la ministra de Salud Judith Di Giglio aclaró que por la calificación de zona de alto riesgo, Tierra del Fuego estaba obligada a adherir al DNU nacional conocido el viernes. Recordó que el panorama fue mucho mas complejo con el rebrote de mediados del ano pasado. Actualmente no hay saturación del sistema sanitario y quedan camas disponibles tanto en terapia intensiva como en clinica médica. “No tenemos previsibilidad con la llegada de vacunas”, lamentó, considerando que la prevención y la vacunación son las claves para salir de la pandemia.
La ministra de Salud de la provincia, Dra. Judith Di Giglio, explicó por Radio Universidad 93.5 la obligatoriedad para la provincia de Tierra del Fuego de adherir al DNU conocido el pasado viernes, por la calificación de zona de alto riesgo a nivel nacional, si bien la situación epidemiológica no es tan grave como el año pasado.
“El gobernador decidió adherir al DNU, que tiene un alcance nacional diferente, comparable con lo que teníamos el año pasado para esta misma época. Todas las provincias que están en zonas de alto riesgo deben adherir y solamente dos provincias del norte quedaron exceptuadas”, señaló.
Dio detalles de los parámetros que toma en cuenta el gobierno nacional, por los cuales Tierra del Fuego por su poca cantidad de habitantes aparece con la calificación de riesgo. “El sistema nacional de vigilancia es el mismo que maneja todo el país, donde se realiza la carga de casos positivos. La Dirección Nacional de Epidemiología extrae los datos de allí y lo mismo sucede con la ocupación de camas, porque hay un monitor nacional que todos los días a las 19 horas completa la ocupación de camas tanto del sector privado como público. La información que manejamos es única. Por otro lado nuestra provincia tiene datos actualizados en el momento y el máximo retraso de la carga puede ser de 24 horas. Hay tres indicadores que toma el Ministerio de Salud para determinar las zonas de riesgo. Uno habla de la aceleración de la curva y estamos en la zona de mediano riesgo; luego está la incidencia, que son los casos acumulados en los últimos 14 días por 100 mil habitantes. Esto sirve sobre todo para las grandes ciudades y nuestra incidencia siempre va a ser elevada comparado con otros indicadores y con la situación epidemiológica real de la provincia, por nuestra cantidad de habitantes”, planteó. Respecto del parámetro de ocupación de camas, la provincia todavía está lejos de la saturación.
Población vacunada
Uno de los principales problemas radica en la falta de vacunas para acelerar el proceso de inmunización de la población y “no hay previsibilidad” sobre la llegada de dosis, dijo la ministra. “Hay un tablero nacional que puede ver la población a diario. A la provincia llegaron 53 mil vacunas hasta el momento. Hasta el viernes se aplicaron más de 44 mil dosis en total, 33 mil recibieron la primera dosis y hay más de 11 mil con el esquema completo. Seguimos vacunando y eso se actualiza minuto a minuto”, señaló.
“Hasta el momento se vacunaron todos los mayores de 60 años que así lo decidieron, todo el personal de salud público y privado, desde la persona que realiza la higiene hospitalaria, la que realiza tareas administrativas, hasta médicos y enfermeros. Hablamos de más de 5 mil personas. Hay personas que deciden no vacunarse y la vacunación es voluntaria. Continuamos con personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo y fueron vacunados más de 9 mil de ese grupo. Sobre todo incluimos diabéticos, obesos, personas con insuficiencia cardíaca o renal crónica, con hipertensión, con enfermedad pulmonar obstructiva crónica; y se continúa inscribiendo en el registro voluntario a las personas con factores de riesgo. Por sistema tenemos todas las historias clínicas digitalizadas y, como son patologías crónicas, están en los listados sobre todo de las obras sociales porque consumen medicamentos. Tenemos cuatro nefrólogos en la ciudad y se cruza a la persona que se inscribe con los que ya tenemos declarados como enfermos crónicos. Si no están dentro del sistema de historia clínica digital, se los contacta y se les pregunta qué fármacos toma. Los obesos tal vez no tienen historia clínica y se constata que el índice de masa corporal sea mayor a 35. Hemos montado dos consultorios en ambas ciudades para aquellas personas que tenían dudas sobre el IMC, porque los obesos son los que tienen el mayor factor de riesgo y tal vez no toman ningún medicamento. También está la responsabilidad de cada persona, si elige mentir respecto de su condición, porque uno puede hacer todo el esfuerzo pero está la responsabilidad de la gente que se inscribe”, advirtió.
Agregó que completadas las franjas anteriores “se continuó con personal estratégico, docentes y fuerzas de seguridad mayores de 45 años. Hemos observado que la edad fue descendiendo entre los fallecidos, quizás por la vacunación de los mayores. Ahora son los mayores de 45 años los que más riesgo tienen. Quizás en otras provincias las fuerzas de seguridad estaban contempladas antes y cada jurisdicción llevó adelante su estrategia. Por ejemplo en Tierra del Fuego no se vacuna a un concejal por ser concejal, sino por ser obeso, como cualquier paciente”.
Lo cierto es que “no tenemos previsibilidad con la llegada de vacunas y por eso no podemos dar turnos cuando no hay disponibilidad de vacunas. El día que llegan las vacunas al país recibimos un mail con las dosis que van a llegar a la provincia. Estos días continuaremos con factores de riesgo y personal mayor de 45 años que pertenezca al grupo de docentes o de fuerzas de seguridad y en base a las dosis que vayamos recibiendo vamos a continuar con estos grupos que son numerosos”, observó.
Aclaró que “las vacunas llegan a Ushuaia y siempre las transporta personal del Ministerio de Salud con custodia policial a Tolhuin y Río Grande. En Almanza ya se ha vacunado a las personas que correspondía por edad o factor de riesgo, igual que en cualquier otro lugar de la provincia, pero para lograr inmunidad de rebaño necesitamos tener vacunado al 70% de la población”, sentenció.
Camas ocupadas
Puntualmente sobre la ocupación de camas, es notablemente inferior al escenario del año pasado. “En el hospital de Río Grande hasta el viernes había 10 pacientes en terapia intensiva con COVID y luego tenemos pacientes no COVID. De esos 10 pacientes, uno ingresó la última semana, y hay pacientes que llevan más de 30 días. El ingreso a terapia intensiva ha descendido pero tienen mucha estadía. En clínica médica tenemos un promedio de entre 5 y 7 pacientes internados por COVID. Tenemos la sala de clínica médica dividida en dos, entre pacientes COVID y no COVID. El año pasado tuvimos hasta 70 pacientes con COVID entre clínica y terapia”, comparó la Dra. Di Giglio.
“En clínica médica el ingreso y egreso es mucho más rápido que en terapia intensiva y son alrededor de 7 pacientes por día. En el CEMEP no había internados en clínica médica y tenía 3 pacientes en asistencia respiratoria mecánica por COVID. La ocupación de camas ronda el 75% en Río Grande, si contamos la ocupación de camas COVID y no COVID de toda la ciudad”, precisó.
Como justificación a la restricción nacional, que no tendría demasiado sentido en la provincia atento al escenario descripto, la ministra señaló que “el virus circula con las personas y, si no desciende la circulación viral a nivel nacional, todas las provincias vamos a tener inconvenientes. Con esta restricción a nivel nacional se intenta disminuir la circulación viral y nos va a beneficiar a todos”.
No habrá nuevas restricciones de acceso por vía aérea ni terrestres: “Quedó el temor al aeropuerto pero es imposible no tener conexión, no sólo por vía aérea sino por vía terrestre. Cuando hay transmisión comunitaria se trata de disminuir el contagio, no evitar que el virus llegue a otra ciudad. Ushuaia y Río Grande vienen teniendo números similares y la circulación es constante entre las ciudades. El virus circula independientemente del aeropuerto o de las fronteras. El motivo del cierre de las fronteras fue para evitar la introducción de nuevas cepas, que igualmente llegaron al país pero se busca disminuir la transmisión dentro del país”, expresó.
Baja letalidad
También observó una tasa baja de letalidad en la provincia, que ronda el 1.5 y 1.6%. “El 75% de las personas que fallecieron tienen más de 60 años, del 25% restante el 90% tenía factores de riesgo importantes. La edad de internación en terapia intensiva descendió a menores de 60 años y el mayor porcentaje hoy está entre 45 y 60 años”, dijo.
“Las camas de terapia intensiva se triplicaron desde el año pasado y hemos recibido el viernes dos respiradores más del gobierno nacional. En total tenemos 75 en la provincia, y son muchísimos. El problema no son las camas ni los respiradores, sino quién atiende a las personas, porque en terapia intensiva seguimos teniendo el mismo personal que el año pasado”, sostuvo.
Aun antes de la pandemia, la provincia ya contaba con más camas de terapia de las que exige la OMS: “La Organización Mundial de la Salud recomienda 20 camas de terapia intensiva por cada 100 mil habitantes. Previo a la pandemia en Río Grande contábamos con 9 camas en el hospital, 12 en el CEMEP y 5 en el Sanatorio Fueguino, con personal adecuado para ese número de camas. En la pandemia llegamos a tener tres terapias en el hospital y ahora tenemos dos, una para COVID y otra para no COVID. Esto implica tener dos terapistas de guardia y duplicar el equipo de enfermería. Hoy tenemos 14 camas en una terapia y 9 en la otra y se triplicó el trabajo, con las mismas personas. Esto viene desde julio del año pasado, porque nunca dejamos de tener internados COVID y no COVID en la otra terapia”, manifestó.
“La clave para salir de la pandemia es disciplina y vacunación. Hablamos de disciplina en el cuidado personal y cumplimiento del protocolo. Un contacto estrecho aunque no tenga síntomas tiene que estar aislado e hisoparse para ver si es asintomático. No hay que dormirnos en este momento y extremar los cuidados. La vacunación y la disciplina son las dos herramientas que más impacto tienen en la disminución de la circulación del virus. Se han intensificado los testeos como parte de la estrategia y el número es muy alto, tanto del sector público como del privado y de los municipios, porque se hace un trabajo conjunto. El total de testeos generalmente son dos mil por semana en la provincia. En Río Grande realizamos testeos de lunes a lunes a domicilio para las personas que se contactan al 107 y no tienen movilidad, de esa manera evitamos que utilicen el transporte público. Hay un equipo que realiza alrededor de 30 hisopados por día a domicilio. Luego está el gimnasio de la UOM de lunes a viernes, por turno y también llamando al 107. A partir de esta semana se suman lunes y jueves para los contactos estrechos de un positivo, para los que vinieron de una ciudad y deseen testearse, aunque no tengan síntomas, también en el gimnasio de la UOM a partir de las 11 horas. Los resultados están en el momento porque es test de antígenos”, informó.
Destacó por último que “estamos trabajando en conjunto con los municipios y es lo que debemos hacer. Todos pertenecemos al sistema de salud, que es uno, sea privado, público, municipal o provincial”.
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