Asi lo sostuvo Manuel Boutureira, actual jefe del servicio de Laboratorio del Hospital Regional de Ushuaia, tras recibir la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Para el profesional, el inicio de la campana de vacunación representa "el comienzo del fin de la pandemia".
"Llevo una semana vacunado y no tuve ninguna reacción adversa, apenas una molestia en el brazo, en el lugar de la aplicación, pero nada más", sostuvo ante Télam Manuel Boutureira, quien con sus 30 años de experiencia como bioquímico es el actual jefe del servicio de Laboratorio del Hospital Regional de Ushuaia.
"Siempre supe que a partir de la llegada de la vacuna se iba a producir el comienzo del fin de la pandemia", señaló Boutureira al ser consultado sobre cómo experimentó el hecho de ser elegido para ser uno de los primeros inmunizados.
"Viví -dijo- un momento de alegría y esperanza".
En tanto, Cristian Svetlitze, quien se desempeña como jefe de enfermería de terapia intensiva en el Hospital Regional de Río Grande, contó a Télam que, una vez inmunizado, "sentí como un desgano a las pocas horas, y nada más. Tomé un ibuprofeno y se me pasó enseguida".
"El cuerpo puede dormir y recuperarse, pero la mente se agota. No solo por los rituales diarios de protección, sino por la cercanía con la muerte ajena. En 2020 he visto morir más gente que en 32 años de enfermero", reveló Svetlitze.
Fuente: Critica Sur