Domingo 24 de Noviembre de 2024, 12:27 hs.
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El 26 de junio de 1947 se creó a través de un expediente el Destacamento de Vigilancia y Seguridad de la Gobernación Maritima de Tierra del Fuego con asiento en Ushuaia y una organización correspondiente a un Batallón.
Sin actos oficiales se recordó el viernes un nuevo aniversario de la creación del Batallón de Infantería de Marina N° 5 de Río Grande.
El Gobernador Gustavo Melella se refirió al acontemiento con un sentido reconocimiento a los hombres y mujeres que integran el heroico batallón que tuvo protagonismo fundamental en la guerra del Malvinas, y que hoy están abocados a colaborar con la población en la pandemia.
“Los hombres y mujeres del BIM Nº 5 Ec. tienen un rol clave durante esta pandemia, trabajando cada día para llegar a los ciudadanos con asistencia. Destaco y valoro a cada integrante de la institución que desde sus comienzos en Río Grande, acompañaron a la ciudad y sus vecinos”, publicó Melella a través de Twitter.
En 1947, al momento de trasladarse el BIM5 Esc. a los cuarteles de Río Grande, cerca de novecientos efectivos irrumpieron en la vida de una pequeña comunidad, conformada por unas 2.240 personas, en su mayoría de origen chileno y con un fuerte relicto europeo perteneciente a la primera corriente de colonización.
La llegada de esta unidad de combate a un pueblo chico y desmadrado, significó la presencia soberana del pabellón nacional portado con espíritu patriótico por los hombres de la Armada. Pero lo que motivó aún más la estrecha relación que se estableció entre civiles y militares, fue la integración efectiva de ambos componentes de la sociedad ante una causa común basada en: lo inhóspito del clima, el aislamiento geográfico y la distancia que la separaba de los grandes centros urbanos.
El BIM Nº 5 fue todo o casi todo, en la vida de aquellos lugareños. Reforzó sustancialmente, con sus profesionales médicos, la precaria asistencia sanitaria que en aquel momento ofrecía el Ministerio de Salud Pública, que brindaba además atención odontológica, sala de rayos y laboratorio bioquímico, cuando se los requería.
Asistió a la comunidad en sus necesidades más elementales, como la provisión de agua potable, leña y energía eléctrica, cuando los distintos servicios de distribución domiciliaria aún no se habían concretado. Obviamente, el comercio local no poseía la envergadura suficiente como para abastecer a un cliente que representaba el 50% de la población establecida. Por lo tanto, el BIM5 tuvo que encarar la producción de alimentos para el personal y sus familias. Así tomaron cuerpo el invernáculo, la granja, el tambo y la panadería, cuyos excedentes se distribuían en el pueblo a modo de promoción asistencial.
Hasta tanto se creó el cuerpo de Bomberos (1962), esta unidad naval fue la que concurrió, con sus hombres y medios propios, a combatir los frecuentes incendios que se producían ante el delicado equilibrio que surgía de la contraposición entre la arquitectura típica de madera y las abundantes fuentes de calor que se necesitaban para contrarrestar el frío imperante en la región.
Por otro lado, el Plan de Acción Comunal formaba parte del compromiso del personal militar para con la sociedad civil. Éste implicaba su colaboración activa en obras de ingeniería vial, limpieza de terreno, trazado de calles y caminos, tareas municipales, entre otras.
En el año 1953 cambió su organización y se lo denominó Batallón de Infantería de Marina N°5
Fuente: ReporteAustral