Tenia previsto amarrar en Mar del Plata el sabado pasado, pero una presentación del intendente por posibles casos de coronavirus a bordo y la falta de garantias para el protocolo sanitario se lanzó una medida cautelar que demoró su llegada hasta ayer.
Por disposición del juez federal Santiago Inchausti y el fiscal general Daniel Adler, la Oficina de Coordinación de Asistencia a Víctimas de esa jurisdicción intervino en la contención de la tripulación de la embarcación, que estuvo cuatro días sin poder amarrar en un muelle porque había sido informado que a bordo había personas con síntomas del coronavirus. Una vez garantizado el protocolo sanitario y de seguridad, este miércoles llegó al puerto marplatense y se realizaron los hisopados para determinar posibles contagios.
El buque Ushuaia tenía previsto para el pasado sábado el amarre en el puerto de Mar del Plata. Sin embargo, ante una presentación del intendente ante posibles casos de coronavirus a bordo y la falta de garantías para el protocolo sanitario y de seguridad necesario, desde la Justicia Federal se lanzó una medida cautelar que demoró su llegada hasta este miércoles. De inmediato, se realizaron los hisopados en seis personas y la tripulación completa quedó a bordo a la espera de los resultados. En el mientras tanto, atravesado por la incertidumbre de cuándo poder volver a casa, desde los órganos judiciales actuantes se ofreció una contención telefónica.
Con la intervención de Mila Montando, trabajadora social a cargo de la Oficina de Coordinación de Asistencia a Víctimas, se llevó adelante esta medida judicial de carácter humanitario, dispuesta por el juez Santiago Inchausti y el fiscal general Daniel Adler.
“Desde el día uno, desde esta oficina se mantiene contacto telefónico con el capitán Alan David Grosso. Con el objetivo de por un lado de ser un instrumento de contención para la tripulación en el marco de la medida cautelar, que implicaba la continuidad dentro del barco de la tripulación; y por otro lado mantener un hilo comunicacional con el ámbito judicial para cualquier situación suscitada y/o requerimiento que surgiera”, explicó Montaldo.
En este marco, mantuvo comunicación con la médica del buque Florencia Ginotta, a los fines de tomar conocimiento sobre el estado de salud física y emocional de la tripulación, si tenían acceso a la comunicación y el nivel de contacto con sus familiares.
“Durante el tiempo que el buque estuvo sin ingresar a la ciudad en el marco de la medida cautelar emitida por el ámbito judicial, se ha sostenido periódicamente una comunicación telefónica, a través de la cual se informaba sobre los pasos dados y la situación psicosocial de la tripulación”, completó.
Fuente: ReporteAustral