Se trata de restos de obra y basura volcados en el predio costero ubicado en el estuario entre el río Olivia y el Canal Beagle. Vuelven a fallar los controles ambientales por parte de las autoridades.
Como ya es costumbre, nuevamente volcaron restos de obra y residuos sólidos urbanos en la parcela costera ubicada entre el río Olivia y el Canal Beagle. Se trata de un predio que explota desde hace varias décadas la empresa Catalán Magni, aun a pesar de los fallos judiciales que están firmes y determinan la necesidad de remediar el sector y dejar de impactar con actividades incompatibles con el frente costero de la ciudad.
Cualquiera que pase por el lugar puede divisar fácilmente los daños que se han producido, ya que el desparramo de escombros, áridos, restos de obra y basura diseminados en la amplia superficie del terreno costero que vuelve a sufrir impactos en su manto vegetal que servía de entorno natural de la avifauna local.
No es la primera vez que esto ocurre en el sector. En el predio costero emplazado en la desembocadura del río Olivia ya se había detectado un incidente ambiental con movimientos de suelo no autorizados y el incumplimiento de dos fallos judiciales.
Este tipo de accionar contra la sostenibilidad costera es consecuencia de las serias deficiencias que tiene la ciudad en cuanto a sus capacidad estatales para prevenir, controlar y sancionar a quienes realizan este tipo de actividades que impactan negativamente contra el ambiente.
OTRAS VEZ, LA MISMA HISTORIA.
Los movimientos de suelo que se habían detectado impactaron sobre la vegetación de la zona y a pesar de haber violentado sentencias de la Justicia no generaron ningún tipo de reacción institucional.
Este predio, según declaraciones que realizó en su momento la ambientalista Nancy Fernánez, de la Fundación Manekenk, fue ocupado ilegalmente, desde hace décadas, por la empresa Catalá Magni.
En aquella ocasión se había detectado que la empresa no contaba con las habilitaciones comerciales necesarias y tampoco tributaba por los trabajos que realizaba en el lugar.
En cuanto a los fallos judiciales que transgredía estaban la resolución de la jueza María Cristina Barrionuevo que había determinado cautelarmente el cese del daño ambiental en la zona y la resolución del Superior Tribunal de Justicia, de 2014, que quedó firme y ordenaba la relocalización de las actividades que impactan negativamente sobre la costa de Ushuaia.
Es preciso remarcar que en la capital fueguina, además, está vigente la Ordenanza Municipal 3838, del Plan de Manejo Integrado Costero de la ciudad de Ushuaia, a través de la cual se estableció que en la franja costera debían efectuarse trabajos de saneamiento ambiental y de remediación.
FUENTE: edfm
