La Ministra de Educación de la provincia marcó una clara diferencia entre la duplicación de casos que se observó en la ultima semana en la provincia, porque no tuvo su reflejo en la escuela. Desde el reinicio de las clases presenciales solamente se registraron 32 casos positivos. En caso de ser necesario cerrar, se haria por ciudad e incluso por establecimiento, en función de la situación sanitaria de cada uno. Defendió la necesidad de mantener las clases presenciales, por razones pedagógicas, por la importancia de la sociabilización, y ademas porque la escuela implica una ayuda al sistema sanitario al realizar la detección preventiva y aislar casos sospechosos, y colabora con la difusión de información sobre los cuidados.
La ministra de Educación Analía Cubino dio a conocer por FM La Isla los casos detectados hasta el momento, desde el reinicio de las clases presenciales, y defendió la necesidad de mantener las escuelas abiertas.
Anoche el jefe de gabinete Santiago Cafiero llamó a una reunión de urgencia, luego de los 27 mil casos detectados en el país y la cifra de fallecidos, para analizar otro tipo de medidas más restrictivas. Se le preguntó si cree que esto puede afectar la presencialidad en las escuelas, y dijo que “ayer realizamos una reunión con especialistas en pediatría y funcionarios del Ministerio de Educación de la Nación, donde estaba parte del gabinete de Vizzotti. Es incuestionable la importancia de que la escuela esté abierta pero tenemos que mirar las situaciones cotidianas. Fue muy buena la vuelta de los chicos a la escuela, después de un año, por la posibilidad de revinculación y para analizar el impacto de la no presencialidad. Llevamos casi un mes y medio del retorno y esto nos fue mostrando qué nos falta a nivel pedagógico. Ahora tenemos el desafío sanitario y estamos trabajando codo a codo con el Ministerio de Salud y las organizaciones, porque el rol de la escuela es muy importante. Los números son muy favorables en cuanto a la implementación de los protocolos institucionales”, afirmó.
Precisó que “al 13 de abril, el reporte general dice que se han activado 244 casos sospechosos, pero solamente hubo 32 positivos, en un sistema al que están yendo más de 40 mil estudiantes, 8 mil docentes y personal no docentes. Es un movimiento de 50 mil personas y tenemos 32 casos positivos, que fueron de personas adultas. No fueron detectados niños, si bien se hicieron muchos aislamientos para impedir la circulación dentro de la escuela”.
“Tenemos alrededor de 320 personas de maestranza y 530 docentes dispensados. Se han puesto suplentes y hubo una reasignación de roles en las escuelas, para cuidar a las personas que tienen que estar dispensadas todavía”, apuntó.
Observó que “en algunos casos el contagio ni siquiera fue en la escuela. La mayoría fue por contacto estrecho con personas de la familia o de un familiar que trabaja en otro lugar. Esto se fue confirmado por el área de Epidemiología y hay mucha vigilancia sobre lo que va pasando, tal como lo hicimos el año pasado, porque no vamos a exponer a una situación de riesgo a la gente”.
Respecto de qué ocurriría si el gobierno nacional decide cerrar, pese a estos números, dijo que “si hay que cerrar, lo último va a ser la escuela y, si fuera necesario, debería ser en la misma unidad geográfica, es decir que esto podría ser en una ciudad pero no en otra. Nosotros tenemos tres ciudades que estamos mirando pero otras provincias tienen muchas más, y esto va a ir de la mano de lo que marque el sistema sanitario. La medida de restricción absoluta de 2020 tuvo que ver con el estado del sistema sanitario, también hemos aprendido mucho y ayer lo decían los pediatras especializados en infectología, porque en el primer momento de la pandemia no había una mirada sobre la infectología infantil, por eso lo primero que se cerró fue la escuela. Hoy las evidencias científicas están mostrando que, si se aplican bien los protocolos, la escuela no representa el riesgo que al principio se decía sobre la infancia”, remarcó.
Transporte público y escolares
En cuanto a qué puede ocurrir con el transporte público para el traslado de los chicos, porque no todos los padres tienen auto para llevarlos a la escuela, reiteró que “lo más importante es tener la mirada sobre el sistema sanitario. Cuando decidimos el regreso, en Ushuaia nos sentamos con la empresa de transporte que pertenece al municipio y analizamos que las frecuencias alcanzaban, por eso se hizo también de manera progresiva el inicio, para ir evaluando la situación. Ahora empiezan los fríos más fuertes y la ventilación de los transportes va a ser menos posible. No negamos desde el sistema educativo que se va a evaluar cuando haya una necesidad de restringir, pero creemos que hay que seguir avanzando en la presencialidad, porque este sería el segundo año no presencial y estamos viendo la importancia de la resociabilización”, priorizó.
“Se tendrá que analizar el sistema sanitario, la curva de crecimiento y cuánto esto impacte en las familias de la provincia, por eso es constante nuestro vínculo con el sistema sanitario. Hoy tenemos una reunión con ATE y el jueves vamos a recibir al SUTEF, para compartir la información que tenemos y quitar dudas. El gobernador tomará la decisión en caso de que fuera muy necesario, pero hoy los números nos muestran una realidad, y es que los protocolos en las instituciones se han aplicado muy bien. El área de Epidemiología atiende cada uno de los casos que hemos tenido que aislar”, garantizó.
“En Tolhuin, ante la evidencia de casos y el crecimiento que había, por decisión del Ministerio de Salud se cerraron dos escuelas por un poco más de una semana, pero todo el resto del sistema siguió funcionando. No cerramos todo por una institución, sino que atendemos la realidad de cada una de ellas”, citó como ejemplo.
Consultada sobre el pedido de cierre de algunos sindicatos, confirmó que “ellos nos enviaron una nota y por eso notificamos al secretario general que vamos a tener una reunión para abordar la complejidad de lo que estamos viendo. Semana a semana vamos analizando el sistema educativo y hay necesidad de preservar la escuela abierta. Por eso tenemos que ser muy responsables, porque si nos cuidamos, estamos cuidando a la escuela. A diario recibimos mensajes de familias que destacan la necesidad de sostener la escuela abierta, después de un año tan difícil de tenerlos en casa, sin posibilidad de llevar adelante todo lo que la escuela proponía. Hay que ser muy realistas: no se pudo sostener la conexión en todos los casos y quizás no hicimos lo suficiente. Hay que pensar en las mejores estrategias para sostener la escuela abierta”, enfatizó.
Sin duplicación
La ministra comparó las cifras provinciales con la realidad de las escuelas, dado que del 30 de marzo al 6 de abril se registraron 111 casos, y del martes 6 de abril a este martes, hubo 204 casos, que habla de un 100% de crecimiento en la positividad. “La tasa de duplicación que hubo solamente en una semana no ha repercutido tan fuertemente en la escuela. Hay una vigilancia y estamos alerta. Nadie va a entrar con 37 grados y medio a la escuela y de inmediato se lo va a atender para ver si es una gripe o es COVID. Hubo incluso una circulación viral de gastroenteritis que también despertó alarma, pero no se confirmaron casos positivos. En la escuela estamos pudiendo anticipar casos y le hace bien al sistema de salud, porque es un lugar de prevención y de comunicación oficial. Eso es muy importante porque los chicos llevan información a la casa además del trabajo pedagógico que se lleva adelante”, destacó.
Edificios escolares
En lo referido al estado de los establecimientos, reconoció que “todavía tenemos algunos desperfectos y estamos aguardando que la parte de Obras Públicas pueda resolverlos, como parte de la calefacción del colegio Antártida Argentina. En la mayoría de las escuelas hay calderas de repuesto y, ni bien se desactiva una, se activa otra. En ese colegio no hay posibilidad de activar una caldera sustituta y Obras Públicas la está gestionando. La escuela está en condiciones de retornar a la presencialidad, si bien hay algunos problemas históricos desde el momento en que se construyó. Hoy no tenemos presencialidad pero se está trabajando para que los estudiantes puedan tener la alternancia, como lo tiene el resto de las escuelas”.
“La mayor cantidad de complicaciones estuvo en la zona norte por el invierno que se tuvo, que fue muy crudo, y hubo cuestiones estructurales en cañerías y conexiones que eran antiguas y estuvieron en desuso, por lo que hubo que repararlas integralmente. La escuela 20, un ala de la escuela 2, la escuela 8, tuvieron dificultades para el retorno pero ya están teniendo sus clases presenciales. En Ushuaia todavía estamos con las refacciones del CAAD, de EDEI y se están sustituyendo los elementos que eran necesarios. Luego empiezan a aparecer situaciones vinculadas con el uso cotidiano del equipamiento y se está trabajando con la reposición total del sistema de ventanas, en la escuela 14, en la escuela 13 de Ushuaia, para la ventilación de los ambientes. Esto es importante en toda la Patagonia y tenemos que repetir la ventilación cruzada todo el día”, planteó.
Ante este punto se le preguntó cómo se compatibiliza la ventilación con la necesidad de mantener calefaccionado el interior en invierno. “Esas son las cosas que empiezan a hacer más compleja la situación. También hay cosas que empiezan a ser más complejas, como la identificación de qué es COVID y qué no. El Ministerio de Educación ha comenzado con la vacunación contra la gripe, y los síntomas son similares. Se han generado aislamientos cuando no era nada más que anginas, pero ningún trabajador tiene que ir a trabajar con fiebre. La escuela ha servido para detectar tempranamente los síntomas, sean de COVID, de una gripe o lo que fuera. Esto seguramente va a ir incrementándose, porque son síntomas vinculados a las enfermedades típicas del invierno”, dijo.
“Sabíamos que el regreso iba a ser muy difícil, por el hecho de qué hacemos frente a los síntomas, por la presencialidad alternada, porque tenemos una semana sí y otra no, para mantener el distanciamiento de los chicos como se pide. Todo es muy difícil pero es mejor que sólo Zoom. Ante la sospecha, aislamos, y por eso se han visto tantas burbujas o grupos aislados y, si se confirma la negatividad o que no obedece a un caso de COVID, se toman las medidas de regreso de esa burbuja. Esto sucedió hace poco con casi 1.400 personas que se habían aislado en todo el sistema educativo, que funciona con 50 mil personas. Solamente hubo 32 positivos pero está muy bien aislar para poder analizar y detener la posibilidad de un contagio enorme”, sostuvo.
“Si tuviéramos que cerrar lo haríamos, pero por unidad geográfica e incluso considerando algunas instituciones y otras no, según la realidad de contagios”, concluyó Cubino.
FUENTE: p23