Representantes de la ONG “Soy Parte del Bosque Fueguino” expresaron su satisfacción por haber logrado el objetivo principal de los 200 mil arboles trasplantados en la zona de “Paso Beban” y “Bahia Torito”, que fuera afectada por el incendio ocurrido en 2012, producido por un fogón mal apagado. Para tal fin se realizaron 10 campanas con la participación de 1000 voluntarios. La zona recuperada abarcó un area de 30 hectareas, de las casi 1200 hectareas que se quemaron
Finalmente se alcanzó la meta y se llegó a los 200.000 árboles trasplantados en la zona de Bahía Torito y el Paso Beban por parte de la ONG “Soy parte del Bosque Fueguino” y varias instituciones más que tras el incendio de 2012 en dicha zona, producto de un fogón mal apagado, asumieron el compromiso de repoblar la flora del lugar que había sido desbastada por el fuego.
De dicha propuesta -llevada adelante por la ONG integrada por profesionales multidisciplinarios, que desarrolló un proyecto ambiental con el fin de acelerar el proceso de recuperación natural de la flora autóctona- participaron integrantes de instituciones educativas y voluntarios de la comunidad.
“Soy parte del Bosque Fueguino” está integrada por la Asociación Argentina Guía de Montaña, Club Andino de Ushuaia, Club Amigos de la Montaña y la Dirección General de Bosques de la Provincia. La zona recuperada abarcó un área de 30 hectáreas, de las casi 1200 hectáreas que se quemaron.
Ayer a través de una gacetilla oficial, se comunicó también que “la iniciativa contó, con el acompañamiento del Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, a través de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático Provincial, que entregó 2 planes de financiación con fondos provenientes de la Ley Nacional 26.331 para la Protección Ambiental de Bosques Nativos”.
La Guía de Montaña e integrante de “Soy Parte del Bosque Fueguino”, Loreto Fernández Génova, confirmó el logro y comentó que se trabajó sobre la margen oeste del Paso Beban, con la idea de generar islas de reforestación que a su vez serán semilladoras para el proceso natural de reforestación.
Además explicó que utilizaron “la técnica de repique directo, identificando zonas donde extraer las plántulas a 10 km de la Ruta 3, para luego llevarlas en los botes que nos trasladan a Bahía Torito, y poder replantarlas”.
La tarea contó con el seguimiento de la bióloga Luciana Mestre, a los efectos de evaluar los resultados obtenidos y determinar si lo que se hizo estuvo bien y el crecimiento que van experimentando las plantas.
La profesional llegó a la conclusión de que el 50 por ciento de las plantas del primer año han prendido bien, situación que posibilitó también “que mejoremos muchísimo nuestra técnica de plantado y que tengamos mejores índices de prendimiento de las demás plantas”.
Tras precisar que el trabajo en el lugar lo vienen llevando adelante “desde hace cinco años”, con diez campañas hasta el momento, Fernández Génova anunció que ya están organizando la décimo primera, que empezaría a fines de septiembre.
En ese marco, dijo, estamos convocando a los interesados en participar a que se inscriban “a través de nuestra cuenta de Facebook ‘Soy parte del bosque fueguino’”.
Tras resaltar que a lo largo de las 10 campañas realizadas hasta el momento se contó con la participación de “mil voluntarios”.
La dirigente social destacó el apoyo brindado a lo largo de las distintas campañas por algunas entidades del sector privado, como “Tante Sara” y el “Club de Casa y Pesca de Ushuaia”.
En materia interinstitucional, subrayó el acompañamiento de la Dirección de Bosques de la Provincia, que realiza la dirección técnica.
En cuanto a la continuidad que pretenden darle al proyecto, dijo que “es muy interesante contar plantear este tipo de iniciativas, como parte de la currícula educativa, porque creemos fervientemente que para involucrar a la comunidad en temas ambientales es necesario hacer participativos todos los procesos”.
En ese sentido destacó que “la respuesta que hemos tenido, porque para nosotros el objetivo principal de generar sentido de pertenencia, ha sido muy positiva”, por lo que “para que no se pierda este tipo de voluntades, y de ganas, claramente la posibilidad de que participaran docentes y demás integrantes de la comunidad educativa constituyó una suerte de ‘aula abierta’ que no queremos que se pierda”.
“Hacer que la gente vega y plante no es lo mismo que explicarle en un Power Point proyectado en un aula”, observó.
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